Los vídeos en la formación hace mucho que se encuentran entre nosotros, no son una novedad. Sin embargo, así como con la popularización de los MOOCs el uso de los vídeos también fue masivo. Ahora parece que si no convertimos nuestras lecciones en vídeos estamos chapados a la antigua. Pero ¿es eso cierto? ¿Debo convertir mis lecciones en videolecturas o videotuturiales?
El vídeo ¿mejora o desmejora la formación?
Si nos ceñimos a los datos aportados por Youtube o informes independientes sobre el uso de vídeos en educación en la mayoría de los casos coincide que aproximadamente un 60% considera más efectivo “visualizar” que no “leer”.
Teniendo en cuenta esta premisa, se podría entender que sí, el vídeo mejora y tiene un impacto más significativo en nuestra formación frente a un curso basado principalmente en la lectura.
Pero ¿cuáles son las ventajas de utilizar los vídeos en formación?
Los vídeos en formación son útiles cuando:
- Queremos explicar conceptos o ideas abstractas
- Para ejemplificar situaciones (Por ejemplo: Cómo gestionar conflictos)
- Para sensibilizar al público en aspectos importantes (Por ejemplo: temas de PRL)
- Ilustrar cómo manejar u programa
- Ver una clase en diferido. (Ideal para aquellos alumnos que no pueden asistir a clase)
¿Cuál es la otra cara oscura de los vídeos en la formación?
El vídeo no es el “lo cura todo” en formación. Como todo, tiene que estar bien diseñado y debe encajar dentro de nuestra estrategia de aprendizaje.
Los vídeos convencionales como es el caso de los típicos videotutoriales que encontramos en Youtube en su mayoría no hacen más que replicar la formación convencional y que es:
- Lineal
- Dispone al usuario en actitud pasiva: el usuario es receptor de contenidos en la mayoría de los casos y no existe interacción directa los contenidos
- Comunicación de 1 a muchos (1-N)
En ocasiones incluso la extensión de los vídeos es el menos adecuado. Aunque se recomienda que los vídeos no se extiendan entre 6-8 minutos, la realidad es que a partir de los 4 minutos la atención del alumnado cae en picado.
Aunque la regla de no superar los “x” minutos es una regla estándar, existen casos en los que la duración es de 1 hora y son un éxito. Un ejemplo el curso de desarrollo de apps para iOS de Coursera.
Si bien es cierto que la motivación del alumnado era alta (de ahí que aguantaran más de 1 hora de visualización de vídeo, al menos de los que terminaron el curso) este hecho demuestra que podemos retener la atención del alumno con un vídeo más allá de esos 6-8 minutos alargándolo a 1 hora como es en el caso de las películas. Pero claro… hay que saber hacerlo.
Entonces ¿cómo conseguimos videos para formación efectivos?
Si no podemos conseguir esa motivación inicial como pasa con el curso mencionado anteriormente yo recomendaría que el vídeo cumpliera con alguno o varios de los elementos que se detallan a continuación:
- El vídeo debe hacer partícipe al estudiante. Ofrece al estudiante rutas alternativas, evita la linealidad convencional de los vídeos.
- El vídeo debe ser inmersivo, envuelve tu vídeo con una buena historia y sino, fijémonos en los vídeos que últimamente está llevando a cabo Estrella Damm.
- Debe apelar a las emociones, utiliza de manera inteligente la voz del audio narrado y la música de fondo.
- Debe llamar a la acción. Introduce actividades que deban realizar en momentos clave del vídeo.
- Fomentar la curiosidad y la consulta de otras fuentes.
- Que el aprendizaje sea colaborativo. Hay algunas empresas que han desarrollado videos con un componente social.
Es decir, recomiendo hacer una transición del vídeo formativo tradicional al vídeo interactivo.
Algunos ejemplos de vídeos interactivos
1. Deliver me to hell
Este ejemplo es antiguo pero la verdad es que me encanta porque:
- Hace partícipe a los usuarios, sus decisiones tienen un impacto en la historia
- Rompe con la linealidad propia de los vídeos
- Es inmersivo
2. Vídeo interactivo de H5P
Es un vídeo lineal pero da la posibilidad de que el usuario decida si desea profundizar en contenidos adicionales o poner a prueba lo aprendido.
3. Mi propio ejemplo de vídeo interactivo
El siguiente vídeo interactivo está creado con Adobe Captivate. Fijaros que igual que en el ejemplo anterior dispone de elementos interactivos (escena 1 con el vídeo) así como algunas preguntas interactivas. Este tipo de vídeos son aptos para introducir temas o conceptos y deseamos liberar de texto el curso por algo más visual y atractivo.