Llegas a las 9:00 de la mañana del lunes y ¿no recuerdas en qué estabas trabajando el viernes? ¿Has vuelto de vacaciones y ni recuerdas en qué punto dejaste el desarrollo de uno de los diseños en el que tanto habías trabajado? ¿Has olvidado esos micro detalles que tenías que tener en cuenta para seguir con el proyecto? ¿Qué tal si hablas con tu yo del futuro?
Los que desarrollamos proyectos muchas veces tenemos una infinita lista de “TODOs” que se alargan y se eternizan a lo largo del año. Para gestionar la lista de tareas, cada uno opta por utilizar su herramienta de gestión de proyectos fetiche: desde un complejo Microsoft Project, a un enfoque moderno como Trello, mediante mapas mentales como Mapple o mediante una simple lista de Tareas por hacer.
Sabías que.Crear una la lista de “TODOs” además de ayudarte a establecer qué tareas tienes que llevar a cabo y organizarte, tiene ventajas para tu propia salud mental. Y es que estar constantemente pensando en todo aquello que tenemos que hacer y no olvidar hacer es muy estresante. Si lo escribimos y además le ponemos una fecha máxima para realizarla, nuestra mente se relaja, piensa “Aja… si lo pongo aquí me acordaré mañana”.
To Do list…aja… pero el lunes por la mañana no me acuerdo “de ná”
En la gestión de proyectos, planificar es clave, todos estamos de acuerdo. Aún así, es habitual que el lunes por la mañana no recordemos en qué punto exacto nos quedamos de aquel desarrollo que habíamos dejado a medias el viernes a las 6 de la tarde. O peor aún, cuando volvemos de vacaciones…. ¡¡¡TERROR!!!
Seguro que habréis experimentado aquellas mañanas perdidas desde las 9 de la mañana hasta… vete a saber qué hora, en la que volvías al pasado a lo Marty McFly en Regreso al Futuro, en versión pasado, donde apareces en el punto en el que te quedaste y… ¡EUREKA! ya lo tienes, a trabajar por fin. Es cuando miras la hora y te das cuenta de todo el tiempo que has perdido, y si estás en consultoría seguro que eso tiene un impacto “especial” en el proyecto 🙂
¿Conoces a tu yo del futuro?
Si esto te sucede a menudo y no quieres perder toda la mañana de trabajo, te recomiendo que hables con tu yo del futuro. Esto es que, antes de irte el viernes o 15 minutos antes de, cerrar el ordenador e irte de vacaciones dediques un tiempo a explicarle a tu yo del futuro:
- Qué está hecho
- Qué queda pendiente
- Qué hay que tener en cuenta
- Si hay que hacer algo previo a otro proceso indica el qué
Y en definitiva, toda información que quieras recuperar en un futuro y que sabes que probablemente te va a costar recordar. Añadiría incluso, toda aquella información que creemos que nos acordaremos pero es una información “potencialmente olvidable”. Y es que después de unas vacaciones en Hawaï cualquiera se acuerda del password para entrar en el PC.
Utiliza un pos-it y ponlo encima de tu teclado enganchado con celo. O bien, (más efectivo) utiliza un post-it virtual como es el de notas de windows, un recordatorio de Google Calendaro bien una nota de Evernote con un recordatorio que te avise a las 9 de la mañana en todos los dispositivos que tengas conectados: pc, mobil, tablet.
Recuerda queEstos pequeños detalles también forman parte de la tarea de gestión de proyectos.
Yo en cambio, prefiero escribirme un email con el asunto: Léeme: Soy tu yo del pasado
A mi me funciona muy bien así que hazte un favor y ahórrate las mañanas eternas de “¿Por dónde me había quedado?” y envíale mensajes a tu yo del futuro.